Un grupo de policías jubilados cerró temporalmente el acceso a las oficinas de la Oficialía Mayor del Palacio Municipal como protesta por el incumplimiento de la homologación salarial, la escasez de medicamentos y la falta de pago de pensiones a las viudas de los oficiales.
Este lunes al mediodía, aproximadamente 20 policías retirados se apostaron en la entrada de las oficinas ubicadas en el primer nivel del Palacio Municipal, impidiendo el acceso de funcionarios y contribuyentes, pero permitiendo solo la salida. La protesta se mantuvo por una hora. Manuel Castro Arteaga, secretario de la Asociación de Policías en Retiro, denunció que muchos de sus compañeros no fueron incluidos en el proceso de homologación salarial.
Actualmente, alrededor de 300 policías en Tijuana se encuentran en proceso de retiro, tras cumplir más de 30 años de servicio o por incapacidad permanente. Héctor Vargas Díaz, policía en retiro por incapacidad debido a una embolia después de más de 36 años de servicio, participó en la manifestación debido a la falta de medicamentos en su tratamiento médico.

«Cuando me entregan la receta, está vacía, y tengo que comprar los medicamentos por mi cuenta. Estoy gastando entre siete mil y ocho mil pesos al mes, me dicen que me los van a reponer, pero nunca lo hacen», denunció Vargas Díaz.
Los manifestantes indicaron que desde hace dos semanas habían intentado comunicarse con la nueva titular de la Oficialía Mayor, Nelly del Carmen Pabello Vega, pero las citas para recibirlos fueron constantemente pospuestas, lo que los llevó a tomar la decisión de bloquear las oficinas.
Al finalizar la protesta, los manifestantes permitieron el acceso de funcionarios y contribuyentes y se trasladaron a las oficinas de la Secretaría de Gobierno Municipal, donde fueron atendidos por el secretario Arnulfo Guerrero León.
Castro Arteaga añadió: «El policía no tiene seguridad social, no tenemos derecho a jubilación, pensión, incapacidad, prótesis ni cirugías mayores, a pesar de que realizamos un trabajo de alto riesgo».

