La propuesta para construir una vialidad elevada sobre la canalización del Río Tijuana, con el objetivo de desviar a los vehículos que intentan ingresar a Estados Unidos, implicaría una inversión mínima de 150 millones de pesos, según informó Arturo Espinoza Jaramillo, titular de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT).

El funcionario explicó que el año pasado se presentó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el anteproyecto para la creación de un segundo piso, ya que la canalización del río es responsabilidad de esta dependencia federal. El proyecto contempla la construcción de dos carriles que iniciarían en el Puente Negro, se conectarían con la Vía Rápida y finalizarían en la garita internacional de San Ysidro.

Espinoza Jaramillo señaló que la falta de espacio adecuado para construir sobre la canalización del río ha llevado a la necesidad de adecuar la obra en torno a cuatro puentes vehiculares y cuatro peatonales ya existentes. “Los espacios disponibles, tanto en ancho como en altura, no son suficientes para permitir el tránsito sobre el bordo. El principal desafío es cómo desarrollar el proyecto sin afectar el tráfico en estos puentes tan importantes”, explicó.

Además, el titular de SIDURT mencionó que antes de avanzar con el proyecto ejecutivo, es fundamental que el gobierno estatal cuente con la fuente de financiamiento necesaria. “Tenemos el anteproyecto y sabemos lo que se requiere en términos de los anchos y alturas de los nueve puentes, tanto vehiculares como peatonales. Estamos en ese nivel de desarrollo, evaluando si tenemos los recursos o si podemos conseguirlos”, añadió Espinoza Jaramillo.

El propósito de esta infraestructura es aliviar el congestionamiento en la Vía Rápida Oriente, causado principalmente por las largas filas de vehículos que buscan cruzar hacia Estados Unidos.