El malestar por la operación de Iberparking en Tecate sigue creciendo y, ante la falta de respuestas claras por parte del gobierno municipal, cada vez más ciudadanos están considerando tomar acciones para hacerse escuchar. Entre las opciones que han comenzado a discutirse en distintos círculos ciudadanos, se menciona la posibilidad de organizar un plantón o marcha en busca de presionar a las autoridades para que se pronuncien sobre el futuro de la concesión de los parquímetros.

Desde su reactivación, Iberparking ha sido el centro de la controversia debido a múltiples quejas de los ciudadanos. Entre las principales inconformidades destacan las inmovilizaciones arbitrarias de vehículos, la falta de claridad en los cobros y la presencia de parquímetros en zonas residenciales. La inconformidad ha sido tal, que en noviembre del mismo año el XXV Ayuntamiento de Tecate, encabezado por el alcalde Román Cota Muñoz, anunció su intención de rescindir el contrato con la empresa.

Para dar seguimiento a este proceso, en enero de 2025 se instaló un Comité de Vigilancia conformado por la Síndica Procuradora, Sarahí Osuna Arce; el representante de la Barra de Abogados de Tecate, José Arnoldo Navarro Torres; y el contador Luis Esteban Ibarra Arellano, en representación del Colegio de Contadores de Tecate. Sin embargo, desde entonces, no se ha dado a conocer un avance concreto sobre la cancelación del contrato, lo que ha generado incertidumbre y un sentimiento de abandono entre la población.

Ante esta falta de información y acciones tangibles, grupos ciudadanos han comenzado a discutir la posibilidad de salir a las calles para exigir respuestas. Si bien aún no se ha confirmado una movilización oficial, el descontento es evidente y podría derivar en manifestaciones en los próximos días si la situación no se resuelve.

En redes sociales y reuniones comunitarias, se ha hablado de la urgencia de que las autoridades municipales se pronuncien con claridad sobre el tema, estableciendo fechas y procesos concretos para la cancelación de la concesión. La ciudadanía exige no solo información, sino acciones inmediatas que pongan fin a lo que muchos consideran un abuso y una falta de respeto a los tecatenses.

Por ahora, el gobierno municipal tiene en sus manos la oportunidad de atender estas demandas antes de que la situación escale a una protesta de mayores dimensiones. De no hacerlo, el descontento podría materializarse en una manifestación masiva que obligue a las autoridades a reaccionar.