Cansadas de la indiferencia institucional, madres y familiares de pacientes que reciben atención en el Centro de Rehabilitación Integral (CRI) de Tijuana se manifestaron este lunes para exigir mejores condiciones en las instalaciones y una atención digna para niñas, niños y jóvenes con discapacidad.

Las familias, agrupadas bajo la organización Familias Unidas por el Autismo, encabezadas por su directora, Angélica Sebastián, solicitaron una reunión con la gobernadora del estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda, con el objetivo de entregar un pliego de peticiones y obtener un compromiso concreto para atender las carencias del centro.

Entre las principales demandas se encuentran:

• Reparación de techos con filtraciones,
• Restauración o sustitución del sistema de aire acondicionado, actualmente inservible,
• Renovación del equipo de cómputo, considerado obsoleto para las necesidades de rehabilitación.

“No pedimos lujos, pedimos condiciones básicas para que nuestros hijos puedan recibir su tratamiento con dignidad”, expresó una de las madres durante la protesta.

La manifestación también se unió a las exigencias de los propios trabajadores del CRI, quienes laboran bajo protesta desde hace semanas. El personal especializado reclama mejores salarios y prestaciones laborales, luego de que el incremento salarial anunciado por el gobierno estatal no se reflejara en la última nómina.

La situación en el CRI ha generado preocupación entre familias y especialistas, quienes temen que la precariedad de las condiciones afecte directamente la calidad de los tratamientos terapéuticos.

Hasta el momento, no ha habido respuesta oficial del gobierno estatal sobre la solicitud de audiencia ni sobre la situación laboral del personal.