Asume nuevo director de Policía en Rosarito con la mitad del estado de fuerza

En un contexto complejo y con un estado de fuerza reducido a la mitad, Carlos Bernal Hinojosa asumió la Dirección Operativa de la Policía Municipal, tras la destitución de su antecesor, Hugo Hernández, quien no aprobó los exámenes de control y confianza.

La llegada de Bernal Hinojosa se da en medio de una crisis interna que ha dejado fuera de operación a una gran parte del personal, en espera de una resolución jurídica sobre los agentes que reprobaron las evaluaciones. Aunque aún no se determina cuántos podrían reincorporarse, el nuevo director asegura que se trabaja con lo disponible y con una prioridad clara: recuperar la confianza ciudadana.

«Es un reto grande, pero hay voluntad de quienes seguimos activos para sacar adelante a la corporación», afirmó Bernal en su primera declaración pública.

Como parte de las primeras acciones, se reactivaron los grupos de WhatsApp con lideresas comunitarias, con el objetivo de recibir reportes y necesidades de seguridad directamente de los ciudadanos. Esta estrategia busca mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias y fomentar la cercanía entre la policía y la comunidad.

Además, se fortaleció la unidad de análisis y recopilación de información para elaborar un mapeo de las zonas con mayor incidencia delictiva, particularmente en delitos del fuero común como el robo en sus distintas modalidades.

Aunque Bernal reconoce que no llega a «descubrir el hilo negro», sí ha comenzado a implementar cambios en la estructura interna. Una de las primeras decisiones fue la designación de tres mujeres en puestos estratégicos, como parte de una política de equidad de género:

  • María José Hernández Armenta, nueva jefa de sector de la Policía Turística
  • Guadalupe Robles Hernández, a cargo de la zona Centro
  • Guadalupe Valero Ponce, designada en la Subdirección Técnica

Carlos Bernal Hinojosa es licenciado en Derecho con especialidad en Amparo y cuenta con una maestría en Criminología. Hasta hace unas semanas, se desempeñaba como Jefe de Escoltas del Secretario de Seguridad, Héctor Manzo, y es miembro de carrera dentro de la corporación.

El nuevo director enfrenta no solo un déficit operativo, sino una deuda de confianza ciudadana, que busca saldar con acciones concretas y un enfoque directo en la proximidad social.

«No será fácil, pero estamos comprometidos con hacer que la policía vuelva a ser un referente de seguridad y confianza para los rosaritenses», concluyó.

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