Reinicia programa de canje de armas en Tijuana: efectivo a cambio de paz en la antigua catedral

Sin necesidad de investigación previa, el Ejército Mexicano reinició este martes 23 de abril el programa de desarme voluntario en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, también conocido como la antigua catedral de Tijuana. La campaña, que lleva por nombre “Sí al desarme, sí a la paz”, permanecerá activa hasta el 2 de mayo.

Durante este periodo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) estará recibiendo armas de fuego, municiones y explosivos a cambio de dinero en efectivo. El objetivo es reducir la violencia y fomentar una cultura de paz, especialmente en zonas con altos índices delictivos.

“No se investiga a quienes entregan las armas. Las destruimos ahí mismo porque creemos que quien entrega, quiere paz”, explicó Rocío Bárcena Molina, subsecretaria de la Construcción de Paz del gobierno federal.

Además del canje para adultos, el programa contempla una sección infantil: los niños podrán intercambiar juguetes bélicos por juguetes recreativos, como parte del esfuerzo por erradicar la normalización de la violencia desde la niñez.

La Sedena será la encargada de revisar que las armas estén descargadas, registrar sus características y proceder a su destrucción inmediata. El pago se realiza con base en un tabulador oficial establecido por la propia Secretaría.

El arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, respaldó la iniciativa y destacó la relevancia de que estos esfuerzos se realicen en colaboración con la Iglesia:

“Este es uno de los últimos mensajes del Papa Francisco: el desarme mundial. Es simbólico que la Iglesia participe en estas acciones en lugares donde más se necesita la paz”.

Hasta la primera semana de abril, en el módulo ubicado en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, se habían canjeado 1,381 armas y 126 granadas, según datos oficiales.

La Campaña Ciudadana de Desarme en Baja California será inaugurada de manera formal este martes a las 12:15 p.m., encabezada por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.

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