Proponen modificar sentidos de calles en Tecate, sin brindar claridad sobre los parquímetros

En Tecate, cuando parece que ya nada puede sorprender, el gobierno municipal vuelve a lanzar una medida improvisada: cambiar el sentido de varias calles del centro. La propuesta, genera más preguntas que soluciones. ¿Cómo funcionará esta nueva organización vial con un sistema de parquímetros mal implementado y ampliamente rechazado por la comunidad?

IBERPARKING sigue operando como si nada. Sus operadores continúan en las calles, en zonas mal señalizadas o sin claridad sobre las reglas. El problema ahora se complica: con los cambios de sentido en varias vialidades, la confusión aumentará inevitablemente. Lo que antes era una calle de doble circulación, ahora tendrá una sola vía. Lo que antes era un espacio para cargar o descargar mercancía, ahora podría ser una trampa para multas.

¿Quién va a reconfigurar la ubicación de los parquímetros? ¿Se ajustarán las zonas de cobro? ¿Se actualizará el sistema digital que ni siquiera funciona correctamente? ¿O se dejará que IBERPARKING cobre como siempre, aunque los automovilistas estén perdidos entre calles recién invertidas?

La respuesta del gobierno municipal ha sido la habitual: ninguna. No ha habido informes, estudios, ni mucho menos reuniones públicas con vecinos o comerciantes. Y mucho menos se ha hablado de la relación de esos cambios con el contrato de IBERPARKING, que sigue siendo un misterio para la mayoría de los ciudadanos.

Comerciantes del centro ya anticipan el golpe. Muchos dependen de clientes que llegan en auto, y temen que el caos vial ahuyente aún más a quienes ya de por sí evitan el centro por culpa de los parquímetros. Algunos ya piensan en cerrar más temprano o reducir sus horarios. Otros consideran mudarse.

“Ni siquiera nos preguntaron. Sólo nos enteramos. ¿Cómo vamos a operar si cambian el sentido y además siguen cobrando por estacionarse? Esto ya no es apoyo a los negocios, es un abandono total”, comenta una comerciante en la zona centro.

El colmo, dicen varios, es que los cambios en las calles podrían beneficiar aún más a la empresa privada que controla los parquímetros. Al hacer más complicado circular y estacionarse, aumentan las posibilidades de error, y por lo tanto, las multas.

Lo que para el gobierno parece un simple “ordenamiento vial”, para la gente es una señal más del desinterés y la improvisación. Cambiar el sentido de las calles sin cambiar primero la relación con IBERPARKING es tapar el sol con un dedo. El verdadero problema no es cómo se mueven los autos, sino quién controla el espacio público… y por qué el Ayuntamiento no hace nada para recuperarlo.

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