IBERPARKING sigue en las calles de Tecate… aunque ya no funcione

Aunque ya no están cobrando, los parquímetros de IBERPARKING continúan instalados en las calles del centro de Tecate. Inactivos desde hace varios meses, las estructuras metálicas siguen ahí, generando una mezcla de confusión, molestia y desconfianza entre la ciudadanía. Para muchos, su permanencia no es una simple omisión, sino un símbolo claro de que las decisiones impuestas desde gobiernos anteriores no han sido corregidas, ni siquiera explicadas.

En su momento, el sistema de cobro por estacionamiento provocó una fuerte reacción social. Vecinos, comerciantes y automovilistas cuestionaron la falta de consulta pública, los criterios bajo los cuales se entregó la concesión y los beneficios reales que representaba para el municipio. Las protestas se multiplicaron, y el caso ocupó titulares en medios estatales durante semanas.

Sin embargo, con el paso del tiempo y el cambio de administración, la presión social fue perdiendo fuerza. La empresa dejó de operar, pero lo hizo sin dar ninguna explicación pública. Tampoco hubo un pronunciamiento formal del Ayuntamiento sobre la revocación del contrato ni sobre el estatus legal de los equipos instalados.

Fuentes extraoficiales afirman que los parquímetros están “fuera de operación”. A simple vista, las pantallas están apagadas y no hay vigilancia activa del sistema. Pero la infraestructura permanece completa, como si en cualquier momento pudiera reactivarse con un botón.

Esa incertidumbre genera un malestar más profundo: la sospecha de que la empresa —o el gobierno— puede simplemente volver a implementar el cobro sin previo aviso.

“No los usan, pero no los quitan. ¿Entonces qué significa eso? Que ahí están, listos para regresar. Nadie da la cara ni explica nada”, comenta un comerciante en la zona centro. “No estamos seguros si el contrato sigue o si lo están ocultando”, añade.

Hasta el momento, el gobierno municipal no ha ofrecido una postura pública clara. Ni en redes sociales ni en sesiones de Cabildo se ha discutido abiertamente la situación actual de IBERPARKING. La información sobre el contrato —si sigue vigente, si fue cancelado o si se encuentra en litigio— no ha sido difundida.

Para organizaciones ciudadanas y analistas locales, la permanencia de los aparatos representa más que un descuido administrativo: refleja una forma de gobernar sin rendición de cuentas.

“Lo más preocupante es que esta imposición ya ni siquiera indigna. Se volvió parte del paisaje urbano, y eso dice mucho de cómo nos acostumbramos a la falta de respuestas”, opinó una abogada consultada para esta nota, quien prefirió mantenerse en el anonimato.

Aunque el sistema de cobro no esté funcionando, el conflicto social e institucional no ha sido resuelto. Mientras los parquímetros sigan en su lugar, la sensación de abuso permanece. Más aún: la ciudadanía vive con la percepción de que el gobierno no ha corregido el error, ni ha garantizado que no volverá a suceder.

Los equipos sin uso recuerdan todos los días lo que se impuso sin consultar. Son evidencia física de una política pública fallida que nadie se ha atrevido a desmontar, literal ni políticamente.

Hasta que no haya una explicación pública, un acto administrativo formal o la remoción completa del sistema, IBERPARKING seguirá presente en Tecate. No como un sistema activo de cobro, sino como una advertencia: cuando no se exige claridad, las decisiones del pasado pueden quedarse para siempre.

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