Pese a haber reprobado los exámenes de control y confianza, al menos 12 agentes de la Policía Municipal de Rosaritohan comenzado a reincorporarse a sus labores sin portar armas de fuego, tras recibir el aval de la Sindicatura. La medida ha provocado molestia e incertidumbre entre los propios elementos, que denuncian un proceso opaco y arbitrario.

De acuerdo con el secretario de Seguridad Ciudadana, Héctor Manzo Ruvalcaba, los agentes en cuestión fueron parte de una lista de 33 policías que la Sindicatura remitió para levantarles la suspensión preventiva. Sin embargo, precisó que no hubo una resolución formal, justificación escrita ni revisión individual de los expedientes, como marca el procedimiento normativo.

“Fue una lista consecutiva, no se trató de casos evaluados de forma individual. Se hizo la observación por oficio, pero aun así comenzaron a girar los levantamientos desde el lunes y martes”, declaró Manzo.

Aunque los agentes están siendo recibidos administrativamente, el jefe policiaco fue claro: ninguno puede ser enviado a patrullaje ni portar armas, ya que no han aprobado los controles de confianza y la licencia colectiva de armas podría verse comprometida si se incumple esta disposición.

El regreso de estos elementos dependerá ahora de su paso por la Comisión de Honor y Justicia, instancia encargada de revisar su situación y, en su caso, validar su reinstalación bajo la ley. Manzo advirtió que no hay visto bueno oficial de la Oficialía Mayor para definir cuántos de los 122 agentes suspendidos podrían reincorporarse por este camino.

Mientras tanto, otros elementos no incluidos en la lista han buscado explicaciones directamente en las oficinas de la Sindicatura. El martes por la mañana, varios agentes hicieron fila para entrevistarse con el síndico Ricardo Bejarano Núñez, quien arribó cerca de las 10:30 a.m.

Uno de ellos, con más de 30 años de servicio, relató —bajo anonimato— que lleva tres semanas solicitando acceso a su expediente, sin obtener respuesta clara sobre la causa de su calificación reprobatoria. Una abogada de la dependencia le informó que en su expediente no aparece el motivo de la reprobación, lo que aumentó su frustración, sobre todo al saber que otros compañeros sí conocen las razones de su suspensión.

Actualmente, la lista difundida por la Sindicatura abarca solo a 33 de los 122 elementos suspendidos, lo que ha sido interpretado por los afectados como un acto de favoritismo e irregularidad en el procedimiento administrativo. Agentes fuera del listado sostienen que hay criterios discrecionales y falta de transparencia por parte de la autoridad.

La reincorporación parcial de policías reprobados, sin explicaciones ni protocolos firmes, ocurre en un contexto donde la credibilidad institucional y la integridad del cuerpo policiaco se ven comprometidas. La ausencia de lineamientos públicos para la rehabilitación de agentes —y la falta de claridad sobre los criterios utilizados— podrían derivar en consecuencias legales, administrativas y operativas para la corporación.