Cabildo de Tecate entrega recaudación predial al Gobierno estatal

En medio de un contexto político inusual, el Cabildo de Tecate aprobó ceder al Gobierno del Estado de Baja California las funciones de recaudación del impuesto predial, una decisión que ha generado cuestionamientos sobre la autonomía municipal y el trasfondo de la medida.

El acuerdo, publicado el 23 de mayo en el Periódico Oficial del Estado, establece que el Poder Ejecutivo estatal tendrá a partir de ahora el control sobre el cobro del predial en Tecate, una facultad que históricamente ha correspondido a los ayuntamientos.

La propuesta fue avalada durante una sesión extraordinaria del Cabildo realizada el 01 de mayo, con una mayoría de 10 votos a favor y sin abstenciones, lo que ha generado suspicacias sobre la premura, la falta de debate público y las condiciones atípicas bajo las cuales se concretó el acuerdo.

El documento oficial indica que el objetivo es “mejorar e incrementar los recursos del Impuesto Predial y sus accesorios”, pero no especifica si la administración municipal enfrentaba problemas financieros graves o incapacidad operativa. Tampoco se ofreció una consulta ciudadana o un informe técnico que justificara la transferencia de funciones al nivel estatal.

Ahora, será el Gobierno del Estado quien lleve a cabo no sólo el cobro, sino también la determinación y revisión del impuesto, la ejecución de actos administrativos y la implementación de un sistema digital de gestión tributaria. Tecate, por su parte, deberá facilitar la base de datos, incorporar líneas de captura en los recibos y permitir el uso de plataformas informáticas externas.

Para críticos del acuerdo, este movimiento representa una señal preocupante de debilitamiento del federalismo municipal, y abre la puerta a un modelo de recentralización fiscal que podría extenderse a otros municipios bajo el argumento de “eficiencia recaudatoria”.

Mientras tanto, en Tecate, la falta de transparencia en el proceso y la ausencia del liderazgo político al momento de la decisión alimentan la percepción de que la medida fue más una imposición que un consenso.

Deja un comentario