El excampeón mundial Jaime Munguía enfrenta uno de los momentos más delicados de su carrera, luego de que la Asociación Voluntaria Antidopaje (VADA) informara que el boxeador mexicano dio positivo en la prueba antidopaje tras su combate del pasado 4 de mayo contra el francés Bruno Surace, celebrado en el ANB Arena de Riad, Arabia Saudita.
Según el reporte oficial, la muestra A del tijuanense arrojó presencia de metabolitos de testosterona, una sustancia prohibida bajo las normas del boxeo profesional. Munguía, de 28 años y con un récord de 45 victorias (35 por nocaut) y 2 derrotas, tiene un plazo de 10 días para solicitar el análisis de la muestra B, que podría confirmar —o desmentir— el uso de sustancias dopantes.
De confirmarse el resultado en la segunda prueba, el peleador sería suspendido temporalmente y la victoria obtenida sobre Surace podría ser anulada, afectando su ya cuestionado regreso al ring tras la sorpresiva derrota por nocaut que sufrió en diciembre de 2024 ante el mismo rival.
En aquella revancha, Munguía logró imponerse por decisión unánime, aunque sin mostrar el dominio que alguna vez lo colocó como una de las promesas del boxeo mexicano. Este nuevo episodio no solo empaña su reciente triunfo, sino que profundiza las dudas sobre su preparación, ética deportiva y futuro inmediato en los cuadriláteros.
La noticia ha generado reacciones divididas entre analistas, aficionados y figuras del boxeo. Algunos han pedido cautela y esperar el resultado de la muestra B, mientras que otros señalan que este resultado refleja una crisis evidente en la carrera del tijuanense, que no ha logrado consolidarse en la división supermediana desde su ascenso.
Munguía y su equipo no han emitido comentarios oficiales hasta el momento.

